Abogados Tenerife. Cuando un cliente viene a la consulta de un abogado, habitualmente lo hace cuando ya ha agotado todas las vías posibles de solucionar el conflicto que atraviesa. Por ello, muchas veces, en nuestra primera entrevista con el cliente nos encontramos con una persona desesperanzada, cansada y poco optimista en la mirada hacia el conflicto.
En esta primera entrevista además de recabar toda la información y documentación solemos proponer a nuestros clientes realizar una negociación con la otra parte antes de iniciar acciones judiciales. Muchos de ellos nos miran con una cara que viene a decirnos algo así como “no va a servir para nada”. Sin embargo, también nos encontramos muchas veces en esa mirada un cierto alivio, porque sienten que a partir de ese momento será un profesional el que se encargue de interceder por ellos y plantear un acuerdo en su nombre, descargándose de la mochila de seguir buscando ellos las soluciones.
¿Por qué es tan importante la negociación? Los motivos fundamentales son dos:
1.- Nos permite conocer la postura de la otra parte, sus pretensiones y sus razones, y esto nos ayuda a tener más datos y más información y, por tanto, una visión más amplia del caso desde la que podemos plantear propuestas que acerquen las posturas.
Tenemos que tener en cuenta que las personas enfrentadas tienen su propia interpretación de la situación. Dicha interpretación depende de las creencias, de los sentimientos y emociones que tienen. Esta implicación emocional les aparta de una mirada más objetiva que nosotros como profesionales sí tenemos y podemos ayudar aportando otros puntos de vista.
2.- Se puede alcanzar un acuerdo satisfactorio y evitar así una vía judicial más costosa y que generará a nuestros clientes una incertidumbre y un proceso más o menos largo en el que tendrán que lidiar con muchas emociones, como el miedo, la angustia, la rabia, etc.
Además, cuando se logra un acuerdo se puede evitar un resultado en la vía judicial que puede no ser el deseado por nuestro cliente. En algunos casos incluso una condena en costas que supone, para la persona que ve desestimadas todas sus pretensiones en la vía judicial, la penalización de tener que abonar los costes del abogado y procurador de la parte contraria. Abogados Tenerife.
¿Cómo iniciamos la negociación?
Podemos contactar directamente con la persona por teléfono, explicarle quienes somos y que llamamos en nombre de nuestro cliente. Le preguntaremos si tiene abogado y si es así que nos facilite sus datos para contactar con el directamente. A partir de ahí ya todas las cuestiones las trataríamos con su abogado, ya estando este designado no debemos contactar con la persona directamente, a menos que expresamente el compañero nos autorice.
Si la persona no tiene abogado, lo más frecuente es redactar un burofax explicando que:
- Actuamos en nombre de nuestro cliente.
- Porqué nos ponemos en contacto con esa persona o entidad.
- Cuál es la petición que hacemos.
- Establecer un plazo razonable para que accedan a la petición realizada o contacten con nosotros para proponer otra solución alternativa. En caso de que no se pronuncien en ningún sentido tenemos que avisarles de que se iniciarán las pertinentes acciones legales.
Aunque muchas veces algunos asuntos acaben judicializándose porque no prospera un acuerdo, una vez iniciada la vía judicial, antes de la fase de juicio o en el propio acto del juicio se puede alcanzar un acuerdo y homologarlo ante el órgano judicial.